Complicado sino imposible, pues en poco más de un año no se puede solventar la dejadez de los sucesivos gobiernos municipales en materia de accesibilidad. Se suele apelar a los recortes para justificar esta inacción, pero en muchas ocasiones no es tanto una cuestión económica como de negligencia institucional. Porque no hay que olvidarlo, la ausencia de ascensores o rampas, por ejemplo, encierra a las personas en cárceles sin rejas e imposibilita llevar una vida lo más normalizada posible.
La ley obliga a los ayuntamientos mayores de 10.000 habitantes a poner en marcha planes de accesibilidad y, con ello, a tener un inventario de los edificios y un presupuesto de las actuaciones a ejecutar, pero como ese documento no tiene la fuerza de un plan urbanístico, muchos ayuntamientos han destinado el dinero a otras prioridades. Por desgracia, asegurar el derecho a la movilidad y a tener una vida lo más independiente y autónoma posible no suele ser una prioridad para la clase política y en Sevilla llevamos parcheando la realidad con gobiernos municipales que no han apostado por garantizar la accesibilidad universal, un derecho que beneficia a toda la ciudadanía.
Área de Igualdad y Diversidad Ciudadana
Consejo Ciudadano de Podemos Sevilla